El único sobreviviente de un naufragio estaba sobre una pequeña isla desierta. Estaba orando fervientemente, pidiendo a Dios que lo rescatara. Todos los días revisaba el horizonte buscando ayuda, pero ésta nunca llegaba.
Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabaña para protegerse y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un día, después de andar buscando comida….
…..regresó y encontró su pequeña choza en llamas, con humo subiendo hasta el cielo. Lo peor que había pasado, fue que todas sus cosas se habían perdido.
El náufrago estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía:
- “¿Cómo pudiste hacerme esto?”, y se quedó dormido sobre la arena.
Temprano a la mañana siguiente, escuchó asombrado la sirena de un buque que se acercaba a la isla.
¡Venían a rescatarlo!.
Al llegar sus salvadores les preguntó:
- “¿Cómo sabían que yo estaba aquí?”.
Y ellos les respondieron:
- “Vimos las señales de humo que nos hiciste…”
“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33
Cansado, eventualmente empezó a construir una pequeña cabaña para protegerse y proteger sus pocas posesiones. Pero entonces un día, después de andar buscando comida….
…..regresó y encontró su pequeña choza en llamas, con humo subiendo hasta el cielo. Lo peor que había pasado, fue que todas sus cosas se habían perdido.
El náufrago estaba confundido y enojado con Dios y llorando le decía:
- “¿Cómo pudiste hacerme esto?”, y se quedó dormido sobre la arena.
Temprano a la mañana siguiente, escuchó asombrado la sirena de un buque que se acercaba a la isla.
¡Venían a rescatarlo!.
Al llegar sus salvadores les preguntó:
- “¿Cómo sabían que yo estaba aquí?”.
Y ellos les respondieron:
- “Vimos las señales de humo que nos hiciste…”
“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.” Mateo 6:33
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